felicidad
Felicidad
Sus piernas corren a todo lo que dan, sería más rápido como lobo, pero así no podría besarla. Se muere por llegar a casa y abrazarla, decirle que aquellos vampiros no le hicieron nada ni a él ni a sus hermanos. Todo acabó y no puede esperar para sostenerla en sus brazos.
A los lejos ve la pequeña cabaña que a ambos el sirve de hogar y, junto a ella, a aquella hermosa criatura que corre hacia él. La eleva en el aire, le besa las cicatrices una y otra vez, hasta que por fin llega a sus labios.
Se besan despacio, suavemente. Un beso que sabe a alegría, a lágrimas, pero sobre todo a amor y a esperanza.
— Ya todo acabó — le dice Sam cuando se separan. Le besa una por una las lágrimas que caen por su rostro, secándolas. Y Emily sonríe, feliz de que su lobo este en casa.
Sus piernas corren a todo lo que dan, sería más rápido como lobo, pero así no podría besarla. Se muere por llegar a casa y abrazarla, decirle que aquellos vampiros no le hicieron nada ni a él ni a sus hermanos. Todo acabó y no puede esperar para sostenerla en sus brazos.
A los lejos ve la pequeña cabaña que a ambos el sirve de hogar y, junto a ella, a aquella hermosa criatura que corre hacia él. La eleva en el aire, le besa las cicatrices una y otra vez, hasta que por fin llega a sus labios.
Se besan despacio, suavemente. Un beso que sabe a alegría, a lágrimas, pero sobre todo a amor y a esperanza.
— Ya todo acabó — le dice Sam cuando se separan. Le besa una por una las lágrimas que caen por su rostro, secándolas. Y Emily sonríe, feliz de que su lobo este en casa.
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